• Distancia de ida:12 km
  • Duración de ida:6 Horas y 30 Minutos
  • Dificultad:M.I.D.E 3-3-3-4
  • Municipios recorridos:TREVELEZ
  • ¿Necesita autorización?:NO
  • Recomendaciones:LLEVE AGUA POTABLE
    LLEVE VESTIMENTA Y CALZADO ADECUADOS
    RESPETE LOS BIENES Y PROPIEDADES PRIVADAS
    MANTÉNGASE EN LOS CAMINOS

El pueblo de Trevélez recostado en la falda del Mulhacén, a 1.480 metros de altitud, presume no sólo de ser el municipio más alto de España o de contar con uno de los mejores ríos trucheros, sobre todo se enorgullece de tener un jamón exquisito de larga tradición, elogiado por Rossini o Alarcón y al cual Isabel II concedió un sello Real identificativo como abastecedor de la Casa Real.

El aire serrano de Trevélez es fundamental dentro del proceso de curación de estos famosos perniles, de los que no viene mal aprovisionarnos para la dura subida a Siete Lagunas.

Partimos desde el Barrio Medio, junto al ayuntamiento, pasamos por unos lavaderos públicos, para unos metros más arriba salir del pueblo a la izquierda. Durante algo más de media hora nos acompañan en los bordes del camino rascaviejas, saucos, ajenjos, marrubios…y en los bancales hortalizas y frutales con algún nogal o castaño. Cruzamos la Acequia Nueva y más adelante llegamos a la Fuente de los Burros, un rústico caño oculto en la maleza. Seguimos por el camino de herradura y poco después atravesamos la frondosa ribera del Barranco de la Solana.

Pasados los Cortijos de Piedra Redonda, a una hora aproximada de recorrido, encontramos un cruce. Tomaremos la vereda de la izquierda que asciende en dirección oeste hacia un peñón. En esta zona podemos hacer un descanso y disfrutar la panorámica del Valle del Río Trevélez, el único valle de Sierra Nevada que se mantiene salvaje, sin pistas ni carriles. Frente a nosotros, al otro lado del río está la loma del Peñabón y Piedra Ventana, que separa los valles de Trevélez y Bérchules.

Subimos una fuerte pendiente hasta la Acequia Gorda, donde crecen juncos, helechos, majuelos, rosales silvestres, etc. Cruzamos la acequia y nos encontramos una valla que protege una repoblación forestal de escaso éxito. Dentro de esta cerca discurre la vereda, que en algo más de media hora de dura subida, nos lleva a la Campiñuela, donde encontramos una era y unas ruinas sobre la acequia de los Posteros. Este lugar de estupendas vistas, a 2.400 metros de altitud, es zona de pastos, y hasta no hace mucho se cultivaba centeno y «papas de la sierra». Desde este punto ya podemos ver el objetivo de nuestro itinerario: el valle de Siete Lagunas y la cascada de Chorreras Negras.

Seguimos por la evidente vereda dirección noreste, hacia el río «Culo Perro», que cruzaremos pasado un estrechamiento. Es fácil ver a la cabra montés por los tajos de nuestra izquierda, y a diversas aves como el acentor alpino, la collalba o el colirrojo tizón. En poco más de una hora llegamos a Siete Lagunas por una fuerte pendiente, justo a la derecha de la espectacular cascada conocida como Chorreras Negras.

La Laguna Hondera, es la más baja y grande de las siete, que están situadas escalonadamente en este valle elevado de origen glaciar. En estos prados (borreguiles) encontramos varios de los endemismos botánicos nevadenses, como la estrella de las nieves, la genciana, la tiraña, etc. Al sur de la laguna Hondera hay un refugio natural bajo una gran piedra.

El regreso lo hacemos por el mismo itinerario de ida. Si quisiéramos ir a la Alcazaba (3.366 mts.) tendríamos que subir por la loma de nuestra derecha y seguir la cuerda hasta la cima, con un desnivel de cerca de 500 m. Si por el contrario es el Mulhacén nuestro destino, tomaríamos a la izquierda, junto a la laguna, una fuerte pendiente que nos lleva a la cuerda (llamada del resuello), y por ella a la cumbre (3482 m.).